COMPROMISOS PARA UNA RELACIÓN CONSCIENTE
Reconociendo en mi caminar por la vida algunos espacios de ceguera cognitiva o lo que llamo inconsciencia, que pudieron haber causado alguna forma de daño o sufrimiento tanto a mí mismo como a otros, y aprendiendo a observarme cada vez más, a ampliar mi conciencia y a mirar el origen de ciertas formas de pensar, sentir, expresarme y actuar, que se incorporaron en algún momento de mi historia, poco a poco estoy desarrollando la habilidad de hacerme cargo de mis emociones, reacciones y comportamientos. Esto me ha brindado una inmensa libertad, mayor autenticidad y poder de acción, entendiendo este último simplemente como la convicción de que “puedo” y de que estoy adquiriendo la capacidad de elegir como sentirme, “puedo” mirar los pensamientos que vienen y van a mi mente y elegir con cual me quedo, “puedo” mirar las sensaciones corporales que surgen en mi cuerpo en momentos de tensión, y “puedo” darme cuenta cuando aparecen mis “sombras” o mecanismos de defensa de mi ego, que no producen nada más que más sufrimiento. Por tanto cada vez con más frecuencia “puedo” evocar y sostener momentos de aceptación, paz, gratitud y felicidad.
Con base en este profundo aprendizaje y despertar que me ha tomado cerca de 20 años, quiero compartir con ustedes una co-creación que se manifestó hace poco a partir de una experiencia personal de interacciones cotidianas con una bella persona a quién quiero y admiro mucho. Esto me llevó a reflexionar y poner en palabras esta guía, si puede llamársela así, para mantener una convivencia más armoniosa en cualquier tipo de relación que sea importante para nosotros.
Si bien los llamo “Compromisos” -y seguramente pueden ir apareciendo algunos más- en realidad, son entrenamientos que se pueden ir incorporando poco a poco en cada actor de una relación, a través de la práctica recurrente en los diversos momentos de desacuerdo o conflicto que la vida nos regala para evolucionar.
- Cuando surge en mí cualquier emoción no saludable: molestia, ira, frustración, miedo, decepción, impaciencia, celos, sensación de soledad, abandono, rechazo, injusticia, traición, etc…, observo, reconozco, y comprendo que son mis emociones, producto de mi ego o mis heridas del pasado.
- Si reconozco y acepto plenamente que cada pensamiento, emoción o herida son mías, que las llevo conmigo posiblemente desde mi niñez, que se instalaron en mi historia por hechos que viví o interpretaciones que yo hice ante esos sucesos, me comprometo ahora a hacerme cargo de ello y No culpar a mi pareja de cómo me siento.
- Si algunas de esas emociones surgen por alguna duda que tengo o porque mi mente me trae recuerdos (pasado) o me hace imaginar cosas (futuro), me comprometo a retornar al momento Presente, preguntando antes de suponer o hacer afirmaciones.
- Ahora comprendo también que yo, como todos los seres humanos, tengo necesidades y deseos, y que nadie tiene la obligación de adivinarlos, por lo tanto me comprometo a Pedir si siento que quiero, deseo o necesito algo, sea ayuda, atención, más tiempo, muestras de cariño o lo que sea. Reconociendo además que un “No” como respuesta es probable, legítimo, y me comprometo a respetarlo con Amor.
- Cuando observe que las heridas, el ego o el sufrimiento de mi pareja se están manifestando con alguna reacción inconsciente, patrón, o emoción no saludable, me comprometo a no juzgar, a volver a mi centro, a entender que no es nada personal, que no es contra mí, a escucharlas con el corazón y profunda Compasión, entendiendo que tan solo es su sufrimiento emergiendo nuevamente. Y si es el momento, hacerle notar amorosamente la fuente de su reacción.
- En el caso de que mi reacción inconsciente o patrón pudiere haber causado algún tipo de daño o dolor a mi pareja, como expresión de mi amor, me comprometo a pedirle perdón o disculpas sinceras sin demora, sin hacerme cargo de sus propias emociones.
Se podrán dar cuenta de que esta reflexión ha sido constituida para el caso de una relación de pareja, pero que si tan solo cambiamos la palabra “Amor” por “Aprecio” o “Consideración”, y la palabra “Pareja” por “Amigo” o “Compañero de trabajo”, “Hij@”, “Mamá”, “Papá”, o “Jefe”, etc… este aporte puede contribuir a robustecer nuestras relaciones y convivencia en cualquier ámbito de nuestra existencia.
~ Frethman Hervas J.